En cualquier universidad, instituto, academia, o lo que sea, los muy buenos alumnos a veces dejamos (porque me incluyo) de asistir a una que otra clasecita aburrida, de algún curso aburrido que estemos llevando.
Al principio de ciclo o de año o de lo que sea, no le ves lo malo, dices: “es una faltita más nomas!; además COMOQUEABURRE este curso, y esta clase ya la sé, es un tema fácil, y que ya he estudiado antes”.
Los meses pasan, llegan las primeras evaluaciones, practicas, parciales, y tu debes en cuando entras a otro horario y faltas a tu clase, porque estas en exámenes y quieres estudiar mas en tu casa, es por eso que quieres llegar temprano. A veces le pides permiso al Profe: “Profe! Ya pues! No sea malito, aquí le dejamos nuestros nombres, usted nos pone en la asistencia”; el profesor bien chévere te dice: “Listo no te preocupes”. Pero uy! Que penita! El profesor se olvido de marcar, y tu ni enterado, porque piensas que el muy buena gente del profesor (o profesora) te ha puesto en la asistencia.
Lo muy curioso es que faltando unos 4 o 5 días para los exámenes finales, revisas tu porcentaje de asistencias, ¿ y que crees?: “miércoles!! Estoy PIPI (persona inhabilitada por inasistencia), no puedo dar mi examen final de ********!!, si tan solo me faltan unos cuantos puntitos (**) ¿ Por qué me tuve que ir a ensartar a la playa con los demás? Por que?!!¿por qué me metí a una clase que no era la mía?¿por queeee?; ¿y ahora que hago? ¿qué miércoles invento?
Lo único que te queda es rogar si es posible a cuanto santo se te acuerde y aunque no seas devoto de ellos, para que tu solicitud de justificación sea aceptada y puedas dar tu examen. Sino lo único que te espera es estudiar el curso y estudiar lo mismo que ya te metiste en la cabeza por más de cuatro meses. Y ponerle ganas nomas! Porque llevar de nuevo un mismo curso “COMOQUEABURRE” pues!.
